Por si aún no sabéis cómo funciona nuestro taller literario radiofónico, prestad atención:
Cada semana elegiremos un motivo a partir del cual los participantes deberán escribir un microrrelato. Un buen motivo literario debe ser lo suficientemente específico para arrastrar a la imaginación y alentarla, espolearla, y a la vez lo suficientemente abierto como para ser enfocado desde un punto vista original por cada escritor.
Esta semana, vamos a tomar como motivo de escritura:
Las relaciones de pareja
Las relaciones de pareja son la materia por excelencia de artes como la literatura o el cine. En muchas ocasiones, estas relaciones se entienden únicamente desde la perspectiva del binomio amor/desamor, mientras que el análisis y la representación de facetas como la soledad dentro de la pareja, la maternidad y la paternidad, la gestión del tiempo, del dinero, de los espacios comunes, etc., pasan desapercibidas. Sin embargo, en la vida real, el amor y el desamor, como tal, recibe una atención casi anecdótica en comparación al resto de retos diarios que supone la vida en pareja.
En definitiva, los personajes suelen tener mucho más tiempo para el amor que las personas y eso, junto a la forma en que este facilita la apertura y cierre de tramas, han provocado que nuestras novelas, cuentos y películas estén plagadas de relaciones tópicas donde se aborda el amor de una manera frontal y no a partir de los detalles, de lo concreto y accesorio, que ocupa la mayor parte de nuestras vidas.
Qué duda cabe que el amor o el desamor está detrás de todo, pero os pedimos que os acerquéis a él desde distintas perspectivas; que os acerquéis a los personajes a través de su relación y no a una relación a través de sus personajes.
Aquí dejamos algunos ejemplos aunque, como veréis, el motivo de esta semana va a exigir un plus de originalidad.
Todo va bien, de Ernesto Ortega
Vuelven a ser invisibles en cuanto sus hijos entran en el internado. De camino a casa apenas se dirigirán la palabra. Solo algún monosílabo a alguna pregunta despistada. Ella jugueteará con el móvil y él se concentrará en la carretera. Les espera una semana larga, en la que él se quedará hasta tarde en la oficina, alegando que está desbordado de trabajo. Y ella, sin tener apenas que cocinar, limpiará sobre limpio y buscará la compañía de algún canal de televisión. Hasta que, por fin, llegue el viernes y vayan a buscarlos, cogidos de la mano, fingiendo que todo va bien.
Doble o nada, de Miguel Ángel Carmona
Iban discutiendo en el coche. Ella le gritó: te odio, y ojalá te mueras, o las dos cosas. Él dio un volantazo y el coche varias vueltas de campana. Cuando ambos salieron de la UCI, ella le preguntó qué había pasado. Se nos cruzó un ciervo, dijo él. He pensado mucho todo este tiempo, respondió ella. Morirnos así, enfadados: ¿qué fracaso, no? Él asintió y se dejó abrazar. También había tenido mucho tiempo para pensar. En lo que más había tardado había sido en decidirse por el ciervo y todavía tenía sus dudas sobre si un perro hubiera sido más creíble.
Construye tu historia en un máximo de 100 palabras, sin incluir el título. Después, envíanoslo a través de este formulario:
¡Te esperamos en el taller literario de El Sol!