Llevábamos tiempo sin deciros nada. Es porque una vez que empieza el curso nos concentramos en mirar cara a cara a nuestros alumnos, a leer sus textos, a comentarlos y a preparar, día a día, los talleres del mañana. Sin embargo, han pasado cosas muy interesantes en estos últimos meses y es (también) nuestro deber dejarlas por escrito, comunicarlas a quienes les gusta saber que en esta tierra hay un Centro de Estudios Literarios que no para de trabajar, a pesar de todo.
Empezando por lo más reciente, os diremos que nuestro escritor Faro 2014-15, aquel que servirá de guía a los alumnos de la promoción y que prologará la selección de textos que publicaremos a final de curso, el santanderino Juan Gómez Bárcena, fue distinguido este mes de diciembre con dos de los premios literarios más importantes a nivel nacional: el Premio Ojo Crítico de Narrativa, concedido por RNE, y el premio Sintagma a la Mejor Novela Española 2014, concedido por los lectores. Fueron muchos otros los galardones obtenidos por Juan Gómez Bárcena a lo largo de los últimos meses —basta con teclear su nombre en Google—, lo que demuestra hasta qué punto es el escritor —y la persona— indicada para inaugurar la figura del escritor Faro, así como para impartir, durante el mes de marzo, un taller intensivo sobre cómo publicar hoy.
Siguiendo con los intensivos, este mes de enero de 2015, Borja González nos descubrirá las claves para escribir un cuento ilustrado poniendo al servicio de nuestros escritores su experiencia en el mundo de la ilustración y la edición. Aún quedan plazas libres, así que es el momento de reservar la tuya.
Estuvimos, también, a lo largo de los meses de octubre y noviembre, coordinando un taller literario en el Hospital Materno Infantil que nos reportó muchas satisfacciones y que esperamos poder prorrogar por un año más en 2015, esta vez, en colaboración con la Universidad de Extremadura y los alumnos de Animación a la Lectura de 4º de Magisterio.
La primera edición del Taller de Iniciación finalizó antes de Navidades y conseguimos, una vez más, arrojar un poquito de luz a ese desván donde suceden las historias de nuestros alumnos y alumnas. Si algún mérito fue nuestro, fue el de orientar la bombilla, porque lo realmente maravilloso fue su capacidad —la de ellos y ellas— para insuflar vida a sus títeres a partir de experiencias propias, de emociones y recuerdos, de asumir las críticas y generarlas: Mariola, Yolanda, Encarna, Antonia, Olga, Graciela, Carlos… Se conformaron como un grupo diverso pero cohesionado, cada uno con talentos distintos. Estamos seguros de que seguirán escribiendo, y confiamos en que alguno lo haga, precisamente, en el taller de Narrativa que dará comienzo en octubre de este año.
Y qué decir del grupo de Narrativa que ahora se encuentra en el ecuador del taller. Cualquier reconocimiento sería escaso. Su nivel de compromiso e ilusión no puede compararse más que con su capacidad para imaginar. El de este año es uno de esos grupos que cualquier coordinador de taller quisiera tener, que le obligan a uno a mejorar continuamente para estar a la altura y que le dejan, al terminar cada sesión, un poso de alegría y de utilidad que compensa cualquier desvelo. Para colmo, tienen talento y estamos seguros de que muchos lectores se sorprenderán cuando publiquen sus relatos al final de curso en la segunda edición de Escritores de cajón, la marca que recoge año tras año lo mejor de todos aquellos que hayan participado en algún curso del CELARD u actividad paralela. Muy pronto tendréis en vuestros bandejas de entrada la convocatoria.
Y ahora sí, os dejamos para que disfrutéis de este fin de año, animándoos a que regaléis literatura, bien sea en forma de libro, bien sea en forma de taller, o de experiencia de lectura.
Que aquellos que poseéis el buen gusto suficiente como para disfrutar con la palabra escrita hagáis contrapeso en este mundo sobrado de espectáculos que encumbran la estupidez y la mediocridad, como si fueran el medio para lograr la felicidad, en lugar de la antesala del fracaso.
CELARD 